Desde que a finales del siglo XVIII fuera descrito el primer fósil de pterodáctilo, la popularidad de ese tipo de dinosaurio volador no dejó de crecer. Puede que fuera por eso que, buscando inspiración a la hora de encontrar un nuevo tipo de avión más seguro que los convencionales, se terminara bautizando así al avión que hoy nos visita que, además, recuerda a lo lejos uno de esos animales prehistóricos. Se trata del Westland-Hill Pterodactyl, un tipo de ala volante que cobró vida a lo largo de diversos modelos en los años veinte y treinta del pasado siglo. Algunos de los modelos más perfeccionados fueron construidos por la empresa británica Westland Aircraft, pero todos ellos fueron diseñados por el ingeniero Geoffrey Terence Roland Hill.
Varios modelos del Westland-Hill Pterodactyl (1928). Fuente.
Llegaron a desarrollarse hasta ocho modelos diferentes. El diseño original estaba inspirado en la forma de las gaviotas y el objetivo de esta curiosa forma se centraba en la seguridad, sobre todo en evitar la entrada en pérdida en caso de parada del motor. Este avión sin cola y con alerones móviles en los extremos de las alas voló inicialmente como planeador en 1926, siendo equipado con un motor de pequeña potencia en su siguiente versión. A partir de esos primitivos ensayos la Westland tomó el timón del proyecto. El modelo de 1931 ya permitía transportar a tres personas y en 1932 se presentó una ágil versión militar que, a pesar de mostrar algunas cualidades interesantes, no prosperó (vídeo del Westland-Hill Pterodactyl Mk. IA).
_______________
Imagen de cabecera: Westland-Hill Pterodactyl 1A de 1925. Fuente.
Imagen inferior: El Inventor, número 6, 1931. Biblioteca Nacional.