El calendario Holoceno

Tan acostumbrados estamos a emplear el calendario gregoriano, el más utilizado actualmente en gran parte del planeta, que ya ni nos planteamos lo curioso de «contar al revés» antes del año uno, fecha teórica del nacimiento de Cristo. Esta especie de eje numérico con doble sentido que hace referirnos a fechas antes de Cristo (a.d.C. o a.C.) y después de Cristo (d.C.) podría obviarse de manera práctica y sencilla.

En vez de tomar una fecha concreta referida a un personaje histórico determinado, en este caso Jesús, como punto de inicio del calendario, conociéndose además que tal acontecimiento se fijó de forma un tanto errónea, ¿no existirá alguna forma sencilla de crear un calendario práctico que permita salvar la doble escala del calendario actual y, también, sea más global?

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Bien, hay quien pensó en ello seriamente y dedicó bastante tiempo y genio al asunto. Antes de citar al protagonista de esta aventura, hay que fijar algunas ideas básicas. Actualmente, en términos geológicos, nos encontramos en el Holoceno, última época del período conocido como Cuaternario. Se trata de una época marcada de manera característica por ciertos aspectos climáticos globales. Se considera que su inicio puede fijarse hace unos 11.500 años, o lo que es lo mismo, allá por el 9.600 a.C. ¿Qué sucedió entonces para que sea considerado como el punto de inicio de toda una época geológica? Ocurrió algo que todavía es de vital importancia para la humanidad, los terribles hielos que durante milenios reinaron en el último episodio glacial global conocido, comenzaron a retirarse. Entonces el clima empezó a hacerse más benigno, el nivel del mar inició un nuevo ascenso, grandes porciones de Asia se vieron así aisladas del conjunto continental para formar, por ejemplo, las islas del Japón o Indonesia. Gran Bretaña e Irlanda se separaron, por ese ascenso de las aguas, de Europa. Nació el Estrecho de Bering y los perfiles continentales empezaron a tomar el aspecto que hoy conocemos. Puede decirse que nuestro mundo, al menos nuestra Tierra tal y como la percibimos ahora, nació entonces. ¿Qué mejor punto en el tiempo para fijar el inicio del calendario? El final de la dictadura de hielo hizo que los humanos cambiaran de costumbres y se dieran los primeros pasos en la creación de culturas avanzadas.

Fue Cesare Emiliani, geólogo italiano de amplia sabiduría, fallecido en 1995, fundador de la paleo-oceanografía y sobresaliente micropaleontólogo, además de geoquímico, quien planteó con gran seriedad la necesidad de reformar el actual calendario para dar paso al conocido como calendario Holoceno. En realidad, la medida no sería muy problemática porque su aplicación es bastante sencilla. Se trata, simplemente, de modificar el calendario gregoriano añadiendo al año actual otros diez mil años. Así, ahora nos encontramos en el año 12008 del Holoceno. De esta forma, se elimina la necesidad de los años a.C./d.C. y, por otra parte, no se hace referencia a un personaje concreto como punto de partida del calendario, sino a un acontecimiento global de importancia crítica en la historia de la humanidad como fue el final de la última glaciación.