Bussard

Casi no me entero, pero ahora que he tenido noticia de ello, no me gustaría dejar de recordar a este soñador. Ha fallecido Robert W. Bussard, alguien muy conocido por todos aquellos que sienten pasión por la astronáutica. En realidad, más que el personaje, lo que suele asociarse al nombre Bussard es su propuesta para el desarrollo de una nave espacial interestelar.

El conocido como Bussard Ramjet alcanzó la fama entre todos los astrofanáticos gracias a Carl Sagan y su obra Cosmos, donde era citado. Se trata de una idea que, probablemente, nunca llegue a ser llevada a la práctica pero que en narraciones de ciencia ficción ofrece mucho juego1. Sagan incluyó en su libro varios ejemplos de tecnología que, al menos en teoría, podrían servirnos para recorrer la galaxia sin recurrir, claro está, a ningún atajo «hiperespacial», agujero de gusano o similar. No, aquí se trata de respetar la «ley», no se puede alcanzar, ni mucho menos superar, la velocidad de la luz. Así, se ideó el Proyecto Orión, que por medio del impulso ofrecido por explosiones nucleares sobre una escudo inercial, impulsaría un navío interestelar. También aparecía en Cosmos el Proyecto Dédalo, basado en el empleo de un reactor de fusión para lograr impulsarse. Ahora bien, los dos ejemplos anteriores no eran sino juguetes al lado de la idea de Bussard.

Imaginemos por un momento que nos encontramos ante uno de estos Ramjet, inspeccionando su exterior, visitando sus entrañas… ¡Impresionante! Estaríamos ante una máquina casi inconcebible, gigantesca, complejísima. Una especie de embudo frontal con cientos o miles de kilómetros de diámetro captaría los ralos átomos de hidrógeno presentes en el espacio interestelar. Una vez recolectados, acelerados y «cocinados» en un reactor de fusión, servirían para dar impulso a la nave espacial hasta alcanzar velocidades relativistas, esto es, cercanas a la de la luz. Con una nave así, aprovechando el efecto de la dilatación temporal relativista, una tripulación de osados astronautas podría recorrer la galaxia en pocos años… eso sí, midiendo el tiempo en el interior del navío, porque en el «exterior» el tiempo transcurrido pasaría a ser de siglos, como poco. No creo que deba insistir en que llevar a cabo un artilugio así es prácticamente imposible, una tarea digna de civilizaciones mucho más avanzadas que la nuestra.

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Pero… ¿qué hay de Bussard como persona? Desde luego, hizo muchas cosas interesantes, no sólo se dedicó a soñar con métodos para viajar por el espacio, aunque sea eso precisamente el motivo por el que es más conocido. Robert, que nació en 1928, era físico, especialista en tecnología nuclear, fue el padre de algunos artilugios dignos de admiración. Así, participó en los años cincuenta en el diseño de un método de propulsión para cohetes por medio del uso de la energía térmica generada por un reactor nuclear. El sistema podría servir de base en un futuro a otra de esas ideas «locas» que abrirían el espacio a la humanidad, substituyendo el núcleo del cohete formado por un reactor nuclear, por un núcleo de tungsteno que se calentaría por medio de la aniquilación de materia y antimateria, pero esa es otra historia2.

Bussard trabajó durante décadas en tecnología de fusión nuclear, intentando lograr que la prometida fuente de energía limpia y «eterna» de la fusión fuera viable. Todavía es algo que está en camino, pero será gracias a los esfuerzos de científicos como Bussard, y muchos otros, que se llegue a lograr el objetivo. Curiosamente, en sus esfuerzos por conseguir mejorar la tecnología de fusión, patentó diversos métodos que llevó a la práctica a través de una empresa de la que fue cofundador y que recibió el atractivo nombre de Energy/Matter Conversion Corporation, o EMC2. El objetivo de la empresa era el de desarrollar su idea sobre un tipo de «fusor» basado en confinamiento inercial-electrostático.

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1 El concepto detrás del Bussard Ramjet ha sido empleado en infinidad de narraciones de ciencia ficción, ahora bien, personalmente me gustaría recordar un detalle de esos que me encantan y son completamente intrascendentes. En las diversas series que forman Star Trek, aparecen en varias ocasiones, como si de un homenaje a Bussard se tratara, referencias a las barquillas warp de las naves interestelares como la Enterprise. En concreto, se cita a los colectores frontales de las barquillas, a los que denominan como «colectores Bussard». Naturalmente, no son embudos gigantescos, más bien se trataría de generadores de campos de fuerza capaces de «aspirar» átomos del medio interestelar. ¿?¿?
2 Sobre la idea de utilizar cohetes térmico-nucleares basados en prototipos de tipo NERVA para adaptarlos al uso de antimateria como fuente de energía térmica, véase uno de mis libros favoritos de todos los tiempos: Explorando el mundo de la antimateria, de J. Davis; R. L. y Fordward. (Ed. Gedisa).