¡Fumen radio!

el_buen_tono El noruego Roald Amundsen, que hace poco más de un siglo se convirtió en el primer ser humano en llegar al Polo Sur, era un explorador de esos que no se quedan quietos ni en la cama. Después de diversas expediciones por medio mundo, decidió que su próxima aventura, entre otras, debía consistir en volar sobre el Polo Norte en dirigible. Pocos apostaban por un final feliz, pero en 1926 Amundsen y su tripulación surcaron los cielos árticos a bordo de un inmenso dirigible, el Norge (Noruega). El caso es que, partiendo de Spitsbergen, la nave sobrevoló el polo y terminó por aterrizar con precisión en un lugar previsto en Alaska.

Se trata de una historia muy conocida que fue narrada incluso por el propio Amundsen en un libro pero, veamos, ¿qué tiene que ver todo eso con cierto tabaco mexicano? La imagen que ilustra este post apareció en verano de 1926 en diversos periódicos mexicanos. Como puede verse, un audaz explorador y un dirigible, en medio de un paisaje polar, sirven de reclamo para anunciar tabaco «radio» de la marca El Buen Tono. El personaje representado en la publicidad es el propio Amundsen, o más bien una idealización del mismo. ¿Cómo llegó a parar ahí? El Buen Tono S.A. era una compañía de tabacos mexicana propiedad del polifacético empresario de origen francés Ernesto Pugibet. Se trataba de un tipo de lo más singular, su obsesión era la tecnología moderna y era capaz de cualquier cosa con tal de asociar la imagen de su marca de tabacos con lo más actual en cuanto a adelantos de su época. Por ejemplo, fue uno de los primeros en realizar campañas publicitarias empleando aviones y dirigibles. Y, ¿qué invento moderno era el más aclamado a mediados de la década de los veinte del siglo pasado? Sin duda, la radio, el medio de comunicación de moda en todas partes. Por ello, Pugibet no dudó en crear su propia estación de radio y, además, llamó «Radio» a una de sus marcas de tabaco, de ahí lo que aparece en la imagen. Ah pero, seguimos sin saber qué narices pinta ahí el explorador polar noruego.

Todo fue una maniobra publicitaria de El Buen Tono. Ya que Amundsen era el personaje más famoso en el verano del 26, debían asociar su imagen como fuera al tabaco «Radio». No valía con dibujar a un explorador polar cualquiera en la imagen de la publicidad, ¡tenía que ser Amundsen! Y así surgió la leyenda, creada por la propia compañía de tabacos. Según esa historia ficticia, la primera emisora de radio que escuchó Amundsen desde el Polo Norte a bordo del Norge fue… ¡El Buen Tono en Onda Corta! Para dejar la cosa bien cerrada, se aseguró que Amundsen había incluso fumado cigarrillos «Radio» en su viaje, algo que a poco que se pensara no tenía mucha gracia, teniendo en cuenta que el monstruo volador que cruzó los hielos árticos iba repleto de hidrógeno. Sin embargo, todo valía con tal de asociar la imagen de Amundsen, y su nombre, con los tabacos de Pugibet. Curiosamente, lo que nació como una invención publicitaria, terminó por convertirse en «historia» y, todavía hoy, aparece citado en algunos lugares, dando por cierto, el caso del explorador polar que logró captar una emisora de radio mexicana. Todo un triunfo de la máquina publicitaria de Ernesto Pugibet.

  • Recomiendo vivamente leer la historia completa original en: Rubén Gallo, Mexican Radio Goes to the North Pole. Cabinet Magazine, número 22. 2006.
  • Imagen: El Universal Ilustrado, 8 de julio de1926 / Cabinet Magazine.