Viejos tractores

Al escribir sobre el locomóvil, Corsaria me dejó un comentario en el que se interesaba por los viejísimos tractores, como los primeros Fordson, de ruedas macizas. Así pues, hoy visitan TecOb aquellas duras máquinas que durante tantos años surcaron los campos de medio mundo.

Aunque los Fordson han venido evolucionando y recorriendo las tierras de labranza de muchos lugares, los verdaderamente pintorescos y atractivos fueron sus primeros modelos, auténticos dinosauros de metal que revolucionaron los trabajos del campo a principio del siglo XX.

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Prototipo de Fordson 1907, antecesor del Modelo F. Fuente: History of the Ford Tractors.

Dado que Henry Ford estaba cosechando un gran éxito con su automóvil modelo T y que, a fin de cuentas, provenía de una familia de granjeros, era natural que pensara en exportar la misma idea a los tractores. Así nació Fordson, o lo que es lo mismo, Henry Ford and Son Company, en referencia a su hijo Edsel. Desde el primer prototipo de 1907, hasta los modelos producidos muchos años más tarde, estos tractores se extendieron por medio mundo.

En 1917 se inició la construcción en masa del Modelo F, que logró revolucionar la agricultura estadounidense y europea. A partir de ahí, sucesivos modelos cosecharon también grandes éxitos, aunque poco a poco aparecieron competidores que se llevaron también una parte del pastel tractoril, como los Ferguson. Aunque los primeros tractores eran toscos, difíciles de manejar y generalmente eran problemáticos desde el punto de vista mecánico, aquellos monstruos de metal con ruedas macizas substituyeron pronto en muchas explotaciones a las mulas y demás animales del campo dedicados a tareas de tracción. Como curiosidad, puede señalarse que durante la década de los veinte, se fabricaron bajo licencia de la Ford, miles de tractores basados en patentes Fordson en plantas de la Unión Soviética, que funcionaron durante muchos años en los campos rusos. Hoy, se pueden ver al lado de viejas tapias o en chatarrías, los restos oxidados de aquellas máquinas que, de manera chirriante, cambiaron las tareas agrícolas a principios del pasado siglo.