Mientras busco datos para alimentar artículos e historias diversas, sobre todo cuando me encuentro en proceso de documentar textos para Historia de Iberia Vieja y otras revistas, buceando en webs y en bibliotecas (sí, de esas que guardan libros de papel, todavía existen 😉 ) a veces aparecen verdaderos bichos raros dignos de ser mencionados. He aquí dos máquinas asombrosas y extrañas. En primer lugar, el «barco bisagra» (vía Tingilinde), un navío diseñado para recoger contaminación en aguas superficiales. Operados por la marina alemana, los dos barcos de esta clase, llamada Bottsand, pueden cambiar de configuración (en ángulo de 65º) para «barrer» aguas contaminadas e ir así retirando petróleo y combustibles de las aguas.
Otro caso sorprendente de máquina extraña es el avión portaaviones. La idea de construir un vehículo aéreo capaz de transportar en su interior aviones, como si de un portaaviones volante se tratara, es muy antigua. Los primeros intentos fueron llevados a cabo con dirigibles. Pero, de entre todas experiencias, cuya más conocida variante es el sistema de transporte aéreo del transbordador espacial estadounidense, destaca algo muy especial. Se trata del proyecto MX-1016, conocido también como Tip Tow. La idea era sencilla, ya que los primeros reactores de combate tenían una autonomía bastante limitada, ¿por qué no cargar con ellos a bordo de un avión nodriza? La propuesta no llegó muy lejos, pero esta imagen de la USAF de un EB-29A volando con dos cazas EF-84B en el extremo de las alas deja constancia de uno de los aparatos más extraños jamás ideados.
Este vídeo demuestra que la propuesta era de lo más peligroso… 😉