Hula Hoop

hula hoopAyer por la noche volví a ver El gran salto (The Hudsucker Proxy) -sí, soy bastante coeniano– y me picó la curiosidad con respecto al hula hoop. Veamos, en la película, el consejo de administración de una gran compañía desea colocar como presidente a un perfecto idiota, con el fin de que el precio de las acciones caigan hasta un precio lo bastante bajo como para recomprar la mayoría y poder controlar la compañía sin problemas. El imbécil elegido está interpretado por Tim Robbins que, se le puede tachar de ingenuo, pero no es idiota. Vale, el caso es que Robbins va enseñando a todo el mundo un papelillo en el que ha dibujado un círculo, nada más y nada menos, presentándolo como su gran y genial idea, una invención sin igual. ¿Qué piensa uno tras ver la dichosa hoja de papel? Pues sencillo: este tío es estúpido.

Resulta ser que el círculo es la plasmación de una idea verdaderamente genial: el hula hoop. Dejemos la película, vayamos al mundo real. Sólo he visto hula hoops, hace muchos años, en el gimnasio del colegio, durante las clases de educación física. No recuerdo que estuviera de moda cuando era niño, parece que eso sucedio muchisimo tiempo antes. Sin embargo, quien más quien menos ha visto uno, aunque sea en pintura. ¿Cómo se llamaría el inventor de algo tan sencillo pero sorprendente? La curiosidad me llevó a buscar un poco. Resulta ser que no se conoce al genio inventor, sobre todo porque viene de lejos, no es algo moderno puesto que ya se conocía hace siglos. No conoceremos nada de la primera persona a la que se le ocurrió tal cosa, ¿le tomarían también por idiota?

La idea es muy vieja, pero ha sido reinventado una y mil veces durante el siglo XX. El principal impulsor del aro de plástico estrusionado como juego para todas las edades fue la compañía Wham-O, fundada por Richard Knerr y Arthur Melin. Aquellos dos «locos» también volvieron a popularizar otra idea que venía de lejos, el frisbee. Como buena locura americana que se precie, todo el imperio Wham-O nació en un humilde garaje de Los Ángeles allá por 1948. Tiempo más tarde la empresa había adoptado ya el famosísimo y registrado nombre de hula hop para su producto reinventado. Durante el primer semestre en que empezó a venderse, la fiebre giratoria hizo que se facturaran más de veinte millones de Wham-O hula hoops, a un precio de 1,98 dólares la unidad, un precio nada barato para la época.