Dos libros para el verano

Lo que sigue no es más que una sencilla nota personal en forma de recomendación o, más bien, sugerencia. Cuando se acerca el verano, suelo escribir sobre libros en TecOb. Por lo general se trata de realizar un leve repaso a los libros interesantes con que me haya cruzado a lo largo del invierno. En esta ocasión no habrá tal repaso, la acumulación de proyectos abiertos y trabajo ha sigo tal, que en lo que va de 2010 apenas he degustado unos pocos libros. El verano se presenta incluso peor, el tiempo no da para más, así que en esta ocasión he decidido releer por las noches dos libros, poco a poco, a lo largo del verano. Por si a alguien llega a interesa esta sugerencia, aquí va.

En primer lugar, una joya absoluta, tesoro escondido que mereciera ser más conocido. Vale, lo es desde mi muy subjetivo punto de vista de friki de la ciencia ficción, pero estoy seguro que esta opinión será compartida por muchas más personas. Se trata de La Guerra de Dos Mundos, obra de Sergio L. Palacios, autor igualmente de uno de mis blogs favoritos: Física en la ciencia ficción. Es, sin duda, una forma divertidísima de repasar rigurosamente diversos conceptos de la física de todos los tiempos a través de un vistazo a su empleo, acertado o erróneo, en la ciencia ficción. Lo dicho, un caramelo singular que merece la pena ser disfrutado.

libros

El otro libro que tendré a mano en las próximas semanas, muy diferente, es también una golosina. Lo tomaré en pequeñas dosis, tal como su propia naturaleza parece marcar, pues se trata de una compilación de relatos. Precisamente, el título nos dice todo: Relatos de Gregorio Sánchez. Si bien se pueden leer estos relatos en su blog, hacerlo en forma de libro «clasico», palpando sus páginas, añade a la experiencia de visitar historias muy diversas en cada narración, una agradable sensación. Quien guste de leer relatos breves, extraños y sorprendentes, seguro que disfruta con este libro.

Por cierto, tengo en espera La quimera del autómata matemático, de Víctor Guijarro Mora y Leonor González de la Lastra, pero éste deberá esperar por lo menos al otoño. Comentaré algo sobre él llegado el momento. 🙁